Cómo catar aceite de oliva correctamente

Nuestros abuelos lo tenían clarito: “el buen aceite se reconoce en cuanto lo ves, pero compruébalo siempre con un buen trozo de pan”, nos decían con un guiño, mientras nos acariciaban la cabeza. ¿Es posible adquirir esa sabiduría cuando empiezas desde cero? Claro. Las bases de la cata de aceite de oliva te ponen el camino.

Y vale la pena hacerlo. Si amas el aceite, te sorprenderás al descubrir los matices que suelen pasar desapercibidos cuando lo tomamos como un mero ingrediente. Descubrirás cómo ese oro líquido del que todo el mundo habla se transforma de verdad en una joya que puedes disfrutar con cada uno de tus sentidos.

Te aseguramos que la piel se te eriza cuando estás ante un aceite extraordinario.  Y también que, por supuesto, aprenderás a distinguir lo excelente de lo bueno; lo bueno de lo mediocre; lo mediocre de lo malo.

Suena bien, ¿no?

La importancia de catar aceite de oliva

El aceite de oliva es mucho más que un simple condimento en la cocina. Verás, antes de implicarnos en el negocio, nosotros aprendimos a amar el aceite desde pequeños. Bueno, no solo el aceite. También aprendimos a amar la tierra de la que brota.

Esa tierra es quienes somos. Nuestra historia y la sangre de los olivos que nos acompañan desde hace siglos. Nuestros primores amores, los pilla pilla, la carcajada de la adolescencia, los sueños de los primeros adultos, los secretos entre hermanos y agricultores. Todo eso está en el aceite.

Cada uno de los productores comparten eso contigo, pero para apreciar ese regalo, necesitas cierto entrenamiento. ¿Quieres saber cuáles son los puntos clave? 

Los elementos clave de la cata de aceite de oliva

Antes de entrar en el paso a paso de la cata, tienes que saber qué elementos son fundamentales para disfrutar de todos esos matices que solemos dejarnos atrás.

Nuestros secretos están aquí, mira:

• Aroma: Detectas matices que van desde hierba fresca y hojas de olivo hasta frutas maduras o incluso notas picantes.
• Sabor: te maravillará la complejidad del sabor. En un mismo aceite, encuentras amargura, dulzura, acidez y el picante. Su intensidad varía según la variedad de aceituna, la región de cultivo y la pasión y el mimo con la que se cultiva y se produce.
• Textura: La textura se refiere a la sensación en la boca del aceite de oliva. Puede ser suave y sedosa o más densa y picante.

¿Cómo catar el aceite de oliva correctamente?

Ahora que sabes en qué debes fijarte y qué sensaciones están a punto de acariciar tus sentidos, es hora de ir paso a paso.

1. Selecciona una variedad de aceite de oliva

Comienza eligiendo diferentes tipos de aceite de oliva. Las variedades más comunes incluyen arbequina, picual, hojiblanca y cornicabra. Cada una tiene un perfil de sabor único.

¿Quieres conocer nuestros aceites gourmets más premiados?

2. Prepara tu área de cata

Encuentra un lugar tranquilo y bien iluminado donde puedas concentrarte en la cata. Asegúrate de tener vasos o copas de cata limpios y sin olores. Esto es muy importante. De lo contrario, el aceite se contamina con otros estímulos que pueden estropear la cata.

3. Calienta el aceite

Calienta ligeramente el aceite en tus manos o utilizando un calentador de copa para liberar sus aromas. Para no sobre calentarlo, piensa que el calor que aplicas con tu cuerpo es simplemente para intensificar los elementos que vas a disfrutar, para nada más.

4. Olfatea el aceite

Acerca la copa a tu nariz y huele profundamente, como si estuvieras respirando hondo. Trata de identificar los diferentes aromas que percibes. Puedes hacerlo girando suavemente el aceite en la copa para liberar más aromas y cerrando los ojos. Ya sabes que el sentido de la vista es muy poderoso y puede “apagar” al resto.

5. Saborea el aceite

Toma un pequeño sorbo de aceite y pásalo por toda la cavidad bucal. Presta atención a la textura y al sabor tanto en el paladar, como en la lengua o en las paredes de la boca. ¿Es suave o picante? ¿Detectas notas de hierba, almendra o fruta? ¿Es denso o sedoso? ¿Es siempre igual o varía en función del lugar de la boca en el que esté?

6. Evalúa el sabor retro nasal

Después de tragar o escupir el aceite, exhala por la nariz para evaluar el sabor retro nasal. Este aire revelar matices adicionales que pasan inadvertidos en el primer acercamiento.

7. Evalúa la persistencia

Observa cuánto tiempo perdura el sabor en tu boca después de haber probado el aceite. Una persistencia larga es un signo de calidad. Ojo, esto no significa que la sensación que acompañe a la larga persistencia sea la pesadez.

8. Anota tus observaciones

Lleva un registro de tus impresiones de cada aceite, incluyendo sus aromas, sabores, textura y persistencia. Esto te ayudará a comparar y recordar tus experiencias. Además, tener tu diario de cata te ayuda a recordar la experiencia siempre que lo desees.

9. Prueba diferentes aceites

Repite el proceso con diferentes variedades de aceite de oliva para apreciar las diferencias y similitudes entre ellos.

Aquí tienes las diferencias entre el Aceite Arbequina y Picual.

10. Comparte tus descubrimientos

La cata de aceite de oliva es una experiencia social. Vívela con amigos y familiares. Esto siempre añade un extra.

Catar aceite de oliva correctamente es una forma emocionante de profundizar tu aprecio por este líquido dorado y versátil. Al igual que con la cata de vinos, el proceso de cata de aceite de oliva te permite descubrir una variedad de aromas, sabores y texturas que hacen que cada botella sea única. A medida que te sumerges en el mundo de la cata de aceite de oliva, desarrollas un paladar más refinado y una apreciación más profunda por este tesoro culinario.

Así que, la próxima vez que disfrutes de un buen aceite de oliva, tómalo con calma, saborea cada gota y deja que tus sentidos te guíen en un viaje inolvidable a través de este elixir tan mediterráneo como personal. 

Te animamos a hacerte tu propio pack con los aceites de oliva que más te interesen. La cata de aceite de oliva es una experiencia que se mejora con la práctica y la exploración constante, en la que tu historia entra en comunión con la de nuestros aceites y con la de sus productores. Recuerda: ¡El aceite no engaña!