La historia detrás de olivos centenarios
¿Te escuchan las plantas cuando les hablas? Pensarás que es cuestión de fe, pero nos arriesgamos a decir que sí. ¿Por qué lo sabemos? Nuestros olivos lo confiesan. Saben nuestros secretos y te podemos asegurar que se nota en el sabor de su fruto. Además, tienen su propia personalidad y como te sucede a ti, dependiendo de la edad, la lluvia o el Sol, cambia su carácter.
Los olivos más jóvenes son más rígidos, más exigentes, más vulnerables; aunque si los cuidas bien (con amor, pero si exceso de mimo), acaban encontrando su camino para echar raíces.
¿Y cómo son los olivos centenarios?
Se levantan con una especie de calma desafiante, revelando toda una historia que te recuerda de dónde vienes, quién eres y qué valores te juraste nunca traicionar. Y esa calma tan densa como sabia es nuestro faro e inunda tu alma en el mismo instante en el que el nuestro aceite de oliva gourmet estimula cualquiera de tus sentidos.
La longevidad de los olivos centenarios
Imagina que llegas a tu olivar y párate antes de mezclarte con los árboles. El Sol ya empieza a quemarte los brazos, aunque aún te deja ver a la perfección. No deslumbra. Es más, cada segundo que pasa, el paisaje se hace más claro. Empiezas a distinguir la diferencia de verdor entre el primer árbol y el segundo.
Los troncos aún mantienen el frescor del rocío y ese color marrón oscuro casi negro con el que la humedad los abraza. De hecho, tú también puedes sentir esa humedad en tus pies. Estás pisando una tierra que se debate entre la textura del barro y la tersura del día.
Das un paso adelante, luego otro, preguntándote cómo están. Confirmando que están sanos. Preocupado por cómo les afecta la sed de los últimos meses. Y, de repente esa preocupación y la última discusión que tuviste en casa se te mete dentro: sigues caminando, pero ya no estás allí. Estás en algún rincón oscuro de tu cabeza donde solo hay estrés.
Hasta que tropiezas con una rama que se extienden como los brazos de un sabio anciano. Los olivos de los abuelos, que han superado hambrunas, guerras… y que han sabido crecer con su amor, su resiliencia, sus esperanzas, las risas de nuestros padres, nuestra ilusión por innovar desde la tradición…
Cuando ves a esos árboles tan longevos como vigorosos, se te quitan todas las tonterías, ¿verdad? Sales de la oscuridad de nuevo, recuerdas que tienes la verdad delante, coges un puñado de tierra, te la acercas a la nariz para llenarte de su legado y te pones a trabajar. ¿Acaso tienes otra opción después de escuchar a esos árboles?
¿Y cómo impacta la edad en la calidad del aceite de oliva?
Más allá de nuestros sentimientos y nuestro compromiso, ¿qué le pasa al aceite que producen estos olivos? Lógicamente, es el elegido para convertirse en nuestro aceite de oliva gourmet. ¿Por qué? Te lo explicamos.
La edad de un olivo también tiene un impacto directo en la calidad del aceite de oliva que produce. A medida que los árboles envejecen, desarrollan raíces más profundas y sistemas de ramificación más complejos. Esto les permite extraer nutrientes del suelo de manera más eficiente. Por tanto, dan a luz frutos más ricos en aromas y sabores, con la concentración de nutrientes necesaria para la elaboración de aceite de oliva gourmet.
Además, los olivos centenarios suelen pertenecer a variedades autóctonas y locales, que han sido cultivadas y perfeccionadas a lo largo de siglos para adaptarse a las condiciones específicas de su entorno.
Por eso, la madurez natural de nuestras variedades (como la Picual, la Arbequina o la Castellana) con la porosidad de nuestra historia, tienes perfiles de sabor únicos. Una experiencia sensorial incomparable para los amantes del buen aceite.
(Más claves de por qué el aceite de oliva gourmet es tan especial)
La conexión con la tierra y el clima
Otro factor crucial que influye en el sabor único del aceite de oliva gourmet es el entorno en el que crecen los olivos centenarios. Estos árboles están profundamente arraigados en la tierra que los alimenta. Absorben los minerales y nutrientes del suelo y capturan las sutilezas del clima local en cada fruto que producen.
La combinación única de suelo, altitud, exposición al sol y clima está siempre ahí, pero varía con el tiempo. El clima favorece la aparición de unas hierbas sobre otra, de forma que el alimento de los árboles cambia. Unos años están más sedientos, mientras que otros están plenos, por lo que la fauna y la flora también varía.
Toda esa riqueza pasa directamente al sabor, la textura, el perfume, el color… del aceite de oliva.
La tradición y el arte de la elaboración del aceite de oliva gourmet
La producción de aceite de oliva gourmet a partir de olivos centenarios es mucho más que un proceso técnico; es un arte arraigado en la tradición y el conocimiento transmitido de generación en generación. Quienes cuidamos de estos venerables árboles conocemos cada rincón de su tierra, cada cambio estacional y cada peculiaridad.
Hemos heredado el saber de nuestros abuelos; crecido con las experiencias de nuestros padres y nos hemos formado para fusionar: tradición e innovación para impulsar al máximo el poder de nuestro aceite de oliva gourmet.
Priorizamos la lentitud, respetamos el latido interno de nuestro fruto, para que, al catar nuestro aceite, des un paseo por nuestros olivares estés donde estés. Un sorbo, un mordisco y… directo a la paz de la Alcarria.
El legado de los olivos centenarios
En un mundo donde la velocidad y la producción en masa a menudo dominan el mercado, los olivos centenarios representan un testimonio de la conexión entre el hombre y la naturaleza, entre el pasado y el presente. Cada gota de aceite de oliva gourmet que proviene de ellos es el resultado de siglos de cuidado, paciencia y dedicación.
Mira nuestro aceite de oliva ecológico
Al saborear un aceite de oliva producido a partir de olivos centenarios, no solo estamos disfrutando de un producto de calidad excepcional, sino que también estamos honrando una tradición milenaria y contribuyendo a preservar un legado que traspasa fronteras y generaciones.
Estos venerables árboles son los guardianes de un patrimonio inagotable que se materializa en el aceite de oliva gourmet. Cada gota de aceite que pruebas es un homenaje a nuestra tierra, nuestros antepasados y a la sabiduría de la tierra que los alimenta.